Culpable o No…

Consigna 10/6

Estoy de paseo en Barnes and Noble con un café en mano en la sección de libros de autoayuda. Me es difícil permanecer frente a esos miles de ejemplares más de cinco minutos porque tengo que pelear con mis pies que quieren moverse hacia el otro lado de la estantería donde se encuentran las novelas de ficción histórica que al final de cuentas son mi género favorito. Voy pasando mi mirada a través de los lomos que llevan los títulos y ahí estaba uno que llamó mi atención porque siento que sería útil almacenar toda esa información en mis neuronas, aunque mi memoria no sea la misma, algo me va a quedar. El libro se llama ”Estrategias para no sentirte culpable ante nada”. Apenas lo vi pensé uuuhhhmmm qué interesante, me pregunto cuáles serán los ejemplos que incluye, qué situaciones se plantean. Lo tomé entre mis manos y comencé a hojear el contenido. Leí a lo largo de los diferentes capítulos: ¿Qué es la culpa?,  psicología detrás del sentimiento de culpa,  empatía vs. obligación, compromiso vs. deseo, religión y culpabilidad, procesos culturales intrínsecos en la culpa, maternidad y culpabilidad, culpa y relaciones familiares, culpa y relaciones de pareja, culpa y amistad…

Los capítulos abarcaban bastante. Sucumbí ante el capitulo que hablaba de las relaciones familiares. Últimamente estaba teniendo mucho de eso sobre mi mesa. Me hizo recordar una oportunidad en que las familias de mis hermanas y la mía estábamos planificando alquilar una casa en Naples para pasar el fin de semana juntos. Se hizo realidad ya que una de ellas decididamente consiguió una opción maravillosa. Nos repartimos los quehaceres para la organización del viaje. Días más tarde le comenté a mi madre el plan. Ella no me reprocho nada, pero vi en su mirada un destello de tristeza porque no la incluimos en el plan. Me decía a mi misma ¿por qué tienes que sentirte culpable? Ella debe entender la situación. No hay habitaciones suficientes. Es un viaje entre hermanas con sus familias. No cabe en el carro. No es un plan para ella. Todas estas frases retumbaban en mi mente. Si,  lo había identificado: era sentimiento de culpa. Creo que este libro me hará bien. Espero que me sirva.