El baile de las notas

Las notas musicales bailan, dan pequeños saltitos y se topan unas con las otras. Se mueven como ondas, agarradas de las manos, sin parar de sonreír. Ellas se conocen hace mucho y eso les permite acoplarse sin esfuerzo, girar en sincronía y saltar juntas hacia la próxima canción. Siempre están felices, sobre todo cuando llegan notas que hace rato no veían. Hace dos días llegó un grupo en una guitarra y zapatearon toda la noche, dando topecitos contra la madera y saltando las cuerdas. Las semicorcheas fueron las que más se divirtieron. Ayer visitaron las notas latinas y se armó una parranda hasta las tres de la mañana. Hoy despertaron todas con muchísima energía y decidieron hacer un poco de ejercicio antes de trabajar. Coordinadas, todas empezaron el calentamiento con mucho entusiasmo. Arriba, abajo, arriba, abajo. Cuando ya estaban todas calientitas y sin riesgo de lastimarse un corchete decidieron seguir el paso de la fusa, la única nota que había amanecido de un humor particular. Todas la acompañaron en el ritmo que ella puso, apasionado pero melancólico. Se miraban extrañadas porque hacía tiempo que no bailaban en ángulos. Luego se enteraron que estaba enamorada de una de las notas del violín. Es triste cuando esto pasa, las notas no están para enamorarse porque no funcionan bien aisladas o en pares. Por eso la acompañaron, le dieron vueltas en el aire hasta que olvidó porque había empezado a bailar. Mejor así, las notas siempre quedan mejor en grupo, todas juntitas organizando la próxima melodía.

Claudia R
Latest posts by Claudia R (see all)

2 comments

Comments are closed.